Hoy en día, las emociones ocupan un lugar central en la cultura popular. En películas como “Intensamente” el desarrollo emocional es clave en el crecimiento humano y la resolución de conflictos.
Por Raul Franco. 02 junio, 2025. Publicado en el diario Correo, el 31 de mayo del 2025.Hoy en día, las emociones ocupan un lugar central en la cultura popular. En películas como “Intensamente” el desarrollo emocional es clave en el crecimiento humano y la resolución de conflictos. Las redes sociales están saturadas de contenidos que simplifican la vida emocional, con frases motivacionales, clips de autoayuda y consejos virales sobre cómo “gestionar las emociones”.
Se ha generado una especie de dictadura emocional, en la que se espera que la salud mental, la felicidad y el éxito personal dependan fundamentalmente del “buen manejo emocional”. Se promueven ideas simplistas como “activa tu serotonina para ser feliz” o “entrena tu cerebro para eliminar la ansiedad”, creando la ilusión de que la salud mental depende solo de ejercicios, técnicas o alimentos, empobreciendo así la comprensión del ser humano, que no es “un cerebro con patas”.
El ser humano es mucho más que sus emociones: es un ser racional, volitivo, relacional y espiritual, en el que inclusive la angustia o el vacío son en realidad, muchas veces, señales profundas que invitan a repensar la vida y a tomar mejores decisiones. En este sentido, los llamados “sentimientos intencionales” se sitúan en la dimensión espiritual, junto con la inteligencia y la voluntad.
Por tanto, las emociones no son simples respuestas neuroquímicas y mecanismos adaptativos, por lo que no debemos limitar los afectos a procesos automáticos del cerebro, inspirados en la fascinación mediática de conceptos de “avanzada” como “neuroeducación” o “neurofelicidad”, sin base científica.
Esta comprensión amplia de los sentimientos del ser humano es parte de una psicología con alma, que se enfrenta a la visión reduccionista de las emociones. Este enfoque humanista, precisamente, es el que tiene la carrera de Psicología que ya dicta la UDEP en Lima y, a partir del 2026, impartirá en Piura.








